Por: Yael Rueda
Ph: Fernando Aceves (Auditorio Nacional)
Cuando las luces se apagaron, pocos lugaren quedaban sin ocuparse.
Uno a uno subieron al escenario los integrantes de la Banda los
Recoditos, quienes de inmediato, al ritmo de la tambora con la canción
"El sinaloense" enardecieron a las almas que se dieron júbilo en el
Auditorio Nacional.
"Pistearé", "Machaca" y un par de popurris fueron las canciones previas a la primer sorpresa de la noche.
En una ocasión tan especial, el otrora vocalista de la agrupación,
Pancho Barraza, se hizo presente para felicitar a sus colegas por más de
25 años de trayectoria y juntos entonaron "Vuelve por favor", "Me
sobrabas tú" y "Mi enemigo el amor".
Con los fanáticos enloquecidos, gente de Universal Music invitó a
Poncho Lizárraga a subir al escenario para entregar disco de platino por
el album Ando bien pedo, doble disco de platino a El free y triple disco de oro por Sueño XXX.
A continuación hicieron gala de algunos de sus éxitos como "Ando bien
pedo" o "La escuelita", sin embargo no pudieron evitar recordar a Luis
Fernando Muñoz, clarinetista de 25 años fallecido en 2014.
"Esta canción la vamos a tocar por primera vez, disculpen si se me
quiebra la voz o si mis compañeros de pronto dejan de tocar, echen
porras si eso pasa", dijo el 'Flaco'.
Enseguida cantó "Recuérdenme así" y Samuel, el segundo vocalista,
cantó para su amigo "Mi último deseo", canción que el Auditorio entero
cantó al unísono.
Los recuerdos no pararon y prueba de ello fue el homenaje a Joan
Sebastian, siendo José Manuel Figueroa el encargado de subir al
escenario a cantar "Tatuajes" junto a la banda.
Sin embargo, no todo fue nostalgia, pues con la canción "El shot"
algunas damas tuvieron la oportunidad de subir al escenario a bailar y
cantar junto al Flaco y Samuel, y más adelante subieron al escenario a
Doña Lucy, integrante de un club de fans y ganadora en la batalla contra
el cáncer para cantarle al oído "Cuando te entregues a él" y "Para ti
solita", ambos cantantes dejaron que la señora se sentara en sus piernas
y que les diera besos emocionada... algo tendrán que aprender cantantes
de otros géneros.
Con un par de canciones más, el concierto llegó a su fin y la gente
que admira el trabajo de los músicos pudo irse contenta del coloso de
Reforma.
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