Por Mariana Huerta
Lo de hoy fue histórico en todos los sentidos, un duelo de astros y equipos legendarios. LeBron James guió a los Cavaliers de Cleveland a lo largo de esta memorable serie final para arrebatarle el campeonato a los Golden State Warriors.
Los Cavs le dieron a sus rivales una cucharada de su
chocolate al vencerlos por 93-89 en el tablero de su propia casa; pero
nada les da tanta satisfacción como el haber remontado del 3-1 hasta
obtener ventaja de 4-3 en esta serie de siete: los primeros en lograr
semejante hazaña.
Los números hablan por sí solos, pero las historias hacen leyendas y
esta noche se forjó la de los de Ohio y su ala número 6, quien en
compañía de Kyrie Irving le dio al equipo el primer título nacional de toda su historia.
Durante la serie fuimos testigos de un derroche de talento sobre la duela gracias a las estrellas de ambos equipos. Los del Golden State llegaron a la final para defender su campeonato del 2015 –también peleado contra los Cavs –y les dio valor el haber superado la marca impuesta por los Bulls de Chicago en la temporada 1995-96 (73-9 vs 72-10).
Los focos se posaron sobre Stephen Curry, Klay Thompson, Draymond Green, LeBron e Irving;
y cada noche nos entregaron partidos que se definían hasta los últimos
segundos. Ésta no fue la excepción, pues todavía con 1:09 minutos
restantes en el reloj del tercer cuarto, los quintetos empataban a 89
puntos.
Fue un triplete de Irving lo que le dio la ventaja a la escuadra visitante a tan solo 53 segundos del final, mientras que LeBron mató las dudas -y los sueños de San Francisco – con 10 segundos en el reloj y un tiro libre a raíz de una falta cometida sobre él por Green. Listo. El primer título en 46 temporadas para los de Cleveland,
el tercer anillo para el dorsal 6 y su tercer MVP en una final de seis
disputadas, tres perdidas. Amarga derrota para los locales.
Draymond Green colaboró con 32 unidades, 15 rebotes y 9 asistencias para su equipo, un poco más que Irving
quien aportó 26; pero la actuación del MVP de la noche se traduce en 27
puntos, 11 rebotes y 11 asistencias. ¿Ya mencionamos que hizo un triple
doble de leyenda?
El lado oscuro de la historia empaña el oro de los Warriors, quienes estaban sedientos por el bicampeonato. La diferencia entre la grandeza de esta temporada y lo legendario de la de los Bulls de la época Michael Jordan es que los de Chicago sí se hicieron con el título en aquel año de ensueño. Y Curry, aunque haya sido el más valioso en toda la temporada, no apareció con su magia cuando su equipo más lo necesitaba.
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