Kenny y Los Eléctricos, 35 años “amando el puto rock & roll”

Por Víctor Méndez 

La década de los 80 trajo a Latinoamérica una época de cantantes y grupos que ya habían dejado bien atrás las barreras del lenguaje y experimentaban ahora la mezcla de las guitarras eléctricas con el español, dando como resultado un movimiento que ahora es bien conocido como el Rock En Tu Idioma. Pero apenas unos años antes, empezaba a sonar en México una de las pocas mujeres que se aventaron al lodo junto a todos esos hombres ataviados con chaquetas de cuero y pantalones rotos: Kenny Aviles 

Junto a su banda, The Electrics, que más tarde se traduciría para que, combinado con su propio nombre, crearan el proyecto Kenny y Los Eléctricos, ha estado activa desde los 80, cuando recién llegada de Estados Unidos, comenzara a hacer ruido en la zona y llamar la atención de los siempre inquietos e insaciables oídos mexicanos. 

Ahora, 35 años después de esos días, el grupo se prepara para un festejo por su trayectoria en el Lunario del Auditorio Nacional el próximo 12 de agosto, en una noche en la que harán resonar el foro no sólo con sus éxitos, sino con una mezcla de invitados y temas nuevos para atrapar a toda la gente. 

En una celebración a la que se suman además grandes amigos del grupo, como Lino Nava y Héctor Quijada de La Lupita, El Haragán, Midi de Moenia, y Hugo de Azul Violeta –“mi cantante favorito”, revela Kenny–, entre varios otros que quedarán por aparecer ese día. 

Con un repertorio que se separa en 14 canciones, la cantante ya tiene resuelto el problema que podría ser escoger un setlist para sus presentaciones. “Hago las canciones más viejitas al principio para luego meter las más nuevas. Así los atrapo y ya son míos”, cuenta Kenny a La Cartelera MX durante una entrevista. “Me gusta mucho interactuar con el público, eso es muy importante cuando la gente no conoce todas tus rolas. Pero al final, soy como Janis Joplin: cuando hago un concierto, es como si me cogiera a todo el mundo”. 

LCMX: Pero una carrera tan larga, ¿cómo se logra, cómo comienza? 

K: Mira que al principio me costó un poco de trabajo, ¿sabes? Ser aceptada como mujer dentro del rock que era un mundo completamente machista —recuerda Kenny, ahora con el cabello de tono violáceo, sentada y dejando la copa de vino en la barra—. Tenía una mente mucho más liberal, tocaba con dos músicos mujeres y tuve un buen recibimiento de parte de la gente. Cantábamos en inglés, creían que éramos gringos. 

En esta temprana época de Los Eléctricos, nace uno de los primeros éxitos del grupo: “Me Quieres Cotorrear”, parte del disco Juntos Por El Rock, y apenas dos años después llegaría el que hasta hoy es su tema más conocido: “No Huyas De Mí”, ya en pleno auge del rock en español y con la participación de músicos reconocidos como Sabo Romo, Alfonso André o incluso Aleks Syntek, quien colaboró en la letra de la canción. 

K: Fue una época increíble. Los lugares que nos contrataban eran discotecas de lo más nice, porque lo disco es lo que estaba de moda, pero al otro día podíamos tocar en un hoyo funky con los rockeros y estar al lado de la raza de bronce. 

Y a pesar de esos éxitos, Kenny reconoce que ni su música ni su grupo son ahora lo que en esos años, pero eso no la afecta ni hace que su ánimo decaiga. Sabe que son unos cuantos temas los que le han granjeado una fama suficiente como para que la gente la coree en los Vive Latino, como ocurrió este año. 

K: No tuve el apoyo que pensaba en un principio, pero logré muchas cosas aun sin la ayuda de la televisión o la radio; sin aparecer en portadas de revistas… más que en la Playboy —corrige casi inmediatamente, —y eso porque me pagaron. 

Ahora la cantante, “mirando desde la tercera edad”, como dice entre risas, se mira a ella misma y nota cómo ha sabido crecer y desarrollarse en un medio que puede ser bastante agresivo algunas veces, cosa que a ella parece tenerla sin cuidado, y asegura que sin importar los años, seguirá haciendo lo que le gusta. 

K: Si sigo aquí es por los huevotes que tengo. Es cosa de no rendirme, aunque suene a cliché. Saber aferrarse a un sueño, sin parar de tocar, sin nostalgia. Nostalgia hasta que ya no pueda cantar: ése día sí me voy a morir de tristeza. Pero ahora que he crecido me amo más y tengo paz en mi interior. No pienso en mi pasado, ni en el éxito que hubo detrás de mí: todo eso vale madre. Pienso más en mi presente, porque si no, pues lloraría todo el día. 

Kenny y Los Eléctricos ya preparan un nuevo disco, trabajan en la composición para empezar a grabarlo después del concierto del Lunario. Un futuro material que sea una vuelta a los primeros intentos de la cantante en la música, a un sonido que le refresque el alma y la haga sentirse como en los ochenta de nuevo. 

K: Me gusta regresar a mis raíces y ser más ruda. Supuestamente cuando envejeces, se hace uno más light, pero yo no. Yo soy al revés, sigo amando el puto rock & roll.