La
justa olímpica celebrada en la ciudad canadiense serviría para darle la
vuelta al ataque terrorista de Munich 72, pero todo un continente no
quiso ser parte de la fiesta, que tendría a una pequeña rumana como una
naciente leyenda.
Boicot africano.
Canadá
se impuso a países como Rusia y Estados Unidos para ser sede de los
Juegos Olímpicos en 1976, algo que traería repercusiones para el país
del norte de América hasta el siglo XXI, debido a que sería uno de los
eventos más costosos de la época.
Cuando todo estaba
listo para que los juegos se celebraran y dieran mucho de que hablar por
mucho tiempo, aparecieron problemas ajenos a la organización del evento
e hizo que los preparativos de la justa olímpica se ‘tambalearan’ por
un momento.
En ese entonces Sudáfrica era excluido de
varios eventos de alcance global, debido a su régimen de apartheid
(sistema de segregación racial); tiempo antes de que se celebraran los
Juegos Olímpicos, la selección de rugby de Nueva Zelanda fue a Sudáfrica
a disputar un partido contra el equipo Springbroks.
Este
evento no cayó bien en varios países africanos, que buscaron a toda
costa la exclusión de la delegación neozelandesa de Montreal 1976, pero
sus reclamos no fueron escuchados y el COI no hizo movimiento alguno
para satisfacer las exigencias de los países de África.
La
nula acción del COI ante las peticiones de los africanos hizo que estos
últimos decidieran no asistir a la justa olímpica y de último momento,
el número de participantes en Montreal disminuyeron en una considerable
cantidad y terminaron asistiendo sólo 92 países.
Argelia,
Alto Volta (actual Burkina Faso), Camerún, Chad, Congo, Egipto,
Etiopía, Gabón, Ghana, Iraq, Kenia, Lesoto, Libia, Madagascar, Malaui,
Mali, Marruecos, Níger, Nigeria, República Centroafricana, Suazilandia,
Sudán, Tanzania, Togo, Uganda y Zambia fueron los países que decidieron
no participar en Montreal.
Además, China también se
ausentó de los Juegos debido a que el COI había reconocido a ambas
partes (la República Popular y Taiwan); también Canadá reconocía a ambas
‘Chinas’ y esto no cayó bien en ninguno de los dos bandos, por lo que
decidieron no hacer el viaje.
Estos países que se
ausentaron de Montreal 1976 pasaron a la historia rápidamente debido a
que su accionar en el mundo no era tan relevante en aquella época, por
eso que se perdieran el debut de una de las mejores gimnastas, si no es
que la mejor, de toda la historia: Nadia Comaneci.
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