#Reseña. El dúo estadounidense hizo estallar
el domo de cobre con un show que no se encerró sólo en la gran exclusividad del
conjunto; surfeo en el público tanto del vocalista como de la misma batería que estallaron de emoción a todos los espectadores.
Con un Palacio de los Deportes a tres
cuartos de capacidad se enfrentó Twenty One Pilots. Al subirse al escenario el
mar de gritos y aplausos no paró a lo largo de la noche.
El dúo estadounidense se caracterizó
no sólo por entregar más del ciento diez por ciento. Desde el inicio del
espectáculo, tanto Nick Thomas como Chris Salih contagiaron de energía a sus ciento a de
seguidores.
Canciones como “Ride”, “Stressed
Out”, Car Radio” y “Lan Boy” hicieron que el sudor de los espectadores
comenzara a correr por todo su cuerpo.
El conjunto se caracterizó a lo largo
de la noche, no sólo por su explosividad arriba del escenario, ya que -además
de contar con unos espectaculares visuales- su interacción con los espectadores
fue impresionante; como la de pocas agrupaciones.
Twenty One Pilots no sólo se
conformaba con el clásico juego de hielo seco en el escenario; tanto el
vocalista como una batería pasaron encima de las manos de los espectadores del
Palacio de los Deportes.
Por otro lado, Tyler Joseph, adentro
de una esfera nadó por las mismas palmas que aplaudían cada una de sus
canciones. Con un escenario interactivo al
centro de la plancha del Palacio los fanáticos pudieron sentir a sus ídolos más
cerca de lo que pudiesen haberse imaginado.
En medio de un mar de gritos
entonando uno de sus más singulares coros y un sin fin de aplausos, el dúo se
despidió de sus espectadores, los cuales se retiraron del recinto llenos de
energía que los mismos estadounidenses les compartieron.
Por: Rocko Carmona//Ciudad de México
PH: Cesar Vicuña
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