El
día llegó y por última vez los padres del sonido pesado regresaron a México
para despedirse de sus miles de seguidores.
Mientras
en la CDMX caía un torrencial diluvio
desde muy temprano, eso no impidió que los distintos autobuses que venían del
interior de la republica fueran llegando a las inmediaciones de la Ciudad
Deportiva; pasaron las horas, los dioses dieron tregua y paró la lluvia,
mientras la gente comenzó a accesar para ocupar el mejor lugar disponible.
Los
encargados de abrir la noche fueron Rival
Sons, una banda de rock clásico, que a pesar de tener menos de 10 años de
carrera ya cuentan con cinco producciones discográficas; al principio la gente
no se mostró muy interesada y demostraba más interés por conseguir el vaso
conmemorativo del concierto, pero conforme fueron transcurriendo los minutos la
banda se fue ganando la aceptación de los espectadores, quienes aplaudieron y
lanzaron comentarios al aire como “Esto
si es Rock y no mamadas”.
Rival Sons dejó un gran sabor de boca y ante un foro sol al máximo
de su capacidad comenzaron los gritos a los padres del Heavy Metal; luego de una espera de poco más de 20 minutos las
luces se apagaron y de entre la oscuridad sonaron los primeros riffs de Tony Iommy, se trataba de Black
Sabbath, aquella canción legendaria que Ozzy Osbourne escribió en 1969.
Los
empujones no se hicieron esperar mientras en el escenario la banda deleitaba a
todos con Fairies Wear Boots del
álbum Paranoid, seguida de After Forever e Into The Void de Master
Reality. En todo momento la gente se entregó a la agrupación inglesa y a
diferencia de todos los conciertos que se realizan en el país este tuvo la peculiaridad
de que la mayoría de las personas no tenían su celular en la mano, estaban
brincando, cantando, bailando.
El
concierto continúo y Ozzy agradeció a
todos sus fieles seguidores y los invito a levantar las manos al aire, el show continúo
con dos de los más grandes éxitos de la banda Warpigs y N.I.B melodías
que terminaron de detonar la euforia de la gente, mismos que corearon al ritmo
de los Riffs de Tony.
Al
finalizar Rat Salad siguió un solo
de batería de Tommy Clufetos, el
cual se extendió por casi cinco minutos y en el que la gente comenzó a gritarle cosas
como “dale yisus”, “Rudy, Rudy”, “ya estás muy drogado pinche Jesucristo”, al finalizar su participación
Ozzy, Tonny y Gezzer volvieron
al escenario para culminar el concierto.
El
show culmino con Iron Man, Dirty Women, Children Of The
Grave y finalmente el súper éxito Paranoid,
al finalizar Ozzy Osbourne agradeció
nuevamente a los presentes “Los amamos
México, ha sido una noche inolvidable, hasta siempre”. Así finalizo la
noche más metalera del 2016, sin duda tuvimos la oportunidad de recibir una
catedra musical que quedará guardada en nuestras memorias.
Autor: Manuel Murillo
PH tomada del Facebook
oficial de Ozzy Osbourne
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