Reunir un cartel de primer nivel con creativas atracciones y ambiente agradable es una combinación a veces difícil de conseguir, sin embargo, Roxy lo logró; más de 22,000 personas fueron testigos del buen ambiente que tuvo para ofrecer la experiencia Roxy el sábado pasado en el Parque Trasloma con las actuaciones estelares de Morrissey, Empire Of The Sun y Placebo.
Aunque la música es la
principal protagonista de un festival, sí que es verdad que todos los elementos
que rodean su ejecución en conjunto con la gente es lo que transforma un evento
de estas dimensiones en toda una experiencia; Roxy conquistó los corazones
tapatíos desde los primeros metros del sendero que conducía a los escenarios,
deleitando la pupila de los recién llegados con arriesgadas galerías fotográficas
inspiradas en la esencia de David Bowie, el homenajeado especial del día.
Las fotografías
desembocaban en una imponente postal hecha a partir de una ingeniosa técnica 3D
para recrear el logo del festival, elevando la silueta de la emblemática
Minerva de Guadalajara al compás del sonido de unos tambores que anunciaban la
llegada al lugar.
Un buen equilibrio de
elementos visuales acogió el terreno musical del parque para que el público se
tomará el tiempo de ver a su alrededor; globos de todos colores se elevaban al
compás del viento flojo y los escenarios presumían su hermandad unida por una
pantalla gigante y letras gigantes que formaban la palabra Roxy.
Desde tempranas horas de
la tarde, miles de personas ya disfrutaban de Elsa y el Mar, la talentosa trompetista holandesa Maite Hontelé y de Space Oddity, nostálgico homenaje a David Bowie ofrecido por David
Brighton, considerado el mejor imitador de Bowie, quien se mostró contento
por estar en la perla tapatía.
La puntualidad en los
horarios fue posible gracias a la correcta sincronía entre escenario y
escenario, dualidad que permitió el correr de la música sin pausa para el
deleite del público que encontró problema al pasar un considerable tiempo en
las ya clásicas filas en los punto de venta de cerveza.
Los asistentes pudieron
disfrutar la espera de su banda favorita mientras se relajaban en uno de los
muchos tipis que se instalaron a las afueras de las zonas culinarias y
patrocinadoras; dentro de éstas, se podía sentir un ambiente familiar, relajado
y divertido. La distancia que había entre estas zonas y los escenarios no fue
pretexto para perderse de lo que acontecía sobre ellos, pantallas gigantes
decoraron la zona mostrando imágenes en tiempo real de lo que sucedía en los
escenarios Converse y Guadalajara/Zapopan.
Los padres sintieron un
gran alivio al percatarse de la existencia de Roxy Kids, creativa iniciativa que se dedicó a la integración
familiar y desarrollo lúdico de los más pequeños del hogar; talleres de yoga
infantil y de acrobacia, alberca de pelotas, fabricación de instrumentos con
material reciclado y un concierto ofrecido por la banda tapatía Pumcayó, fueron sólo una parte de las
actividades que los niños pudieron vivir en el Roxy Kids.
La jornada musical
prosiguió sin contratiempos con ritmos a cargo de Siddhartha, Hercules &
Love Affair y Caloncho, siendo
este último quienuniera fuerzas con la potencia de Maite Hontelé y su trompeta
en el tema Amor Violento. El cantante
originario de Ciudad Obregón ofreció un amplio repertorio con temas como Chupetazos y Palmar.
Los ánimos acrecentaron a
partir de Hot Chip Dj Set,
interesante mix musical que combinó sin miedo diferentes ritmos que pusieron a
bailar a las miles de almas que ya comenzaban a abarrotar Trasloma.
Fito
Páez
arribó al escenario Converse para unir las voces de los presentes con temas
como Flaca y Dar es Dar, preparando el terreno para el suculento cartel
internacional que tanto ansiaba el público tapatío.
La emoción y buena vibra
aterrizó con el nombre de Smash Mouth,
quienes con su ska punk hicieron enloquecer a las casi 20,000 personas que se
habían reunido hasta el momento. La interacción de Steven Harwell, vocalista de la banda, fue constante en todo
momento con el público. Los acordes de Why
Can’t We Be Friends, tema reversionado de War y en los coros de All
Star desataron la euforia de la gente que entre abrazos y sonrisas coreaba
los estribillos. Smash dio paso a James, quienes con un control desenfrenado,
contagieron de euforia a los asistentes.
En punto de las 22:20
hrs, el grupo británico Placebo
salió al escenario para celebrar sus más de 20 años de trayectoria con Twenty Years y Song To Say Goodbye, temas que acompañaron la empatía de los
integrantes con el público gracias al fluido español con el que la banda se
comunicó durante su presentación. El vocalista Brian Molko apareció en el escenario con cubrebocas, situación con
la que después se mofo en redes sociales al tratar de fumarse un cigarrillo.
Uno de los momentos
cumbres llegó luego de poco más de media hora de retraso para recibir al Señor Morrissey, quien con su simple
presencia logró desaparecer el descontento del público por su retraso. Suedehead fue la elección perfecta para
comenzar el exquisito momento que avanzó al ritmo de How Soon Is Now y Let Me Kiss
You, tema que despojó de su camisa al cantante, quien entre varias
intervenciones, exclamó “Guadalajara,
este es mi placer”.
La suficiente pero
adictiva presentación de Morrissey fue escena de cientos de personas elevando
su vaso de cerveza al ritmo de la música y el frío de la noche; parejas se
abrazaban y besaban mientras su ídolo interpretaba entrañables melodías,
convirtiendo la experiencia en un instante utópico e irrepetible.
El dueto australiano Empire Of The Sun se encargó de elevar
el sol desde las penumbras para reventar al público ávido de fiesta; sus
psicodélicos y caprichosos vestuarios hicieron juego con la vistosa
escenografía para cerrar con broche de oro la primera edición del Roxy
Fest.
Tras casi 14 horas de
música continua, el festival dio por concluida sus presentaciones en lo que fue
toda una experiencia gastronómica, visual, musical e incluyente. El Roxy dijo
hasta luego recibiendo el horario de verano para anunciar la noticia de su
segunda edición que ya tiene fecha, 21 de abril de 2018.
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