Por Alejandra Blas
La campaña "Niñez que Huye" cuenta las historias de niños y niñas que huyeron de los países del Norte de América Central. El número de personas que escapan de la violencia en El Salvador, Guatemala y Honduras, ha tenido un gran aumento desde 2014.
Las pandillas ejercen el reclutamiento forzado, la extorsión, el secuestro, abusan sexualmente de niñas y niños. Las escuelas se han convertido en lugares fértiles para el reclutamiento.
Con la campaña "Niñez que Huye", la ACNUR busca proporcionar refugio y condiciones de vida adecuadas para las personas afectas en esta región.
Estima que 182 400 refugiados han huido del norte de Centroamérica en 2016, un incremento diez veces mayor en cinco años. Únicamente en México, más de 16 000 niñas y niños no acompañados fueron detenidos por las autoridades migratorias en 2016.
Este flujo masivo de refugiados centroamericanos en los últimos años ha significado un gran reto para las autoridades en los países de llegada, especialmente en México, donde las solicitudes de asilo han aumentado más de diez veces desde 2011 –tan solo el año pasado se incrementaron 152 %.
Durante el lanzamiento de la campaña, Diego Luna, vocero de la misma, recordó cómo fue su experiencia al platicar con los niños centroamericanos y aseguró que ellos “pueden enriquecer a nuestro país. Estos niños llegan con hambre de ser, de crecer, de estudiar, de convertirse en algo” y para lograrlo, se tiene que “dejar el egoísmo a un lado”.
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