Con "Repuesto de fe", Babasónicos le dice adiós a su ciclo de giras

Por Raúl Soriano

Tras una serie de presentaciones en nuestro país que terminaron en el Teatro Metropólitan, la agrupación argentina Babasonicos cierra el ciclo "Repuesto de fe" con la presentación de este material que incluye un CD y DVD documental realizado durante la presentación de la banda en el Teatro Colón de Buenos Aires.

"Estamos satisfechos de cerrar este ciclo y de los cuatro conciertos que dimos, el último en el Teatro Metropólitan y ahora enfocados a lo que viene, un disco nuevo con temas inéditos... Ello nos llevo a proponer una narrativa audiovisual distinta a como se escucha normalmente la banda, y mucho menos al disco anterior, 'Impuesto de fe', que a su vez nos generó una fuerte crítica, por haber tocado en el Teatro Colón, que es algo así como el Palacio de las Bellas Artes de México, pero lo hicimos porque es un foro público que se paga con los impuestos de todos", señaló su vocalista Adrián Dárgelos durante la conferencia de prensa realizada en el Cine Tonalá de la colonia Roma.

"Repuesto de Fe", es un material en el que reconstruyen clásicos interpretados de una manera fresca y actual, al igual que sucedió con "Impuesto de Fe", este se entremezcla el pasado sónico con el presente. Temas viejos interpretados ahora. Son los mismos pero diferentes.

Seguramente ni ellos imaginaban cuando hicieron Trance Zomba que algún día “Posesión del tercer tipo” iría a tomar forma de balada soft, que “Sin mi diablo” se convertiría en un tipo de folk desfachatado y mucho menos que “Letra chica” se transformaría en reggae.

Partiendo de que cuando hicieron Trance Zomba no sabían que unos años después crearían un tema que se llama “Sin mi diablo“, ni hablar de “Letra chica“. De eso se trata este disco, de dar una vuelta por el universo sónico y de la reinterpretación que hacen ellos de ellos mismos.

La voz de Adrián Dárgelos suena paradójicamente mejor si comparamos su canto de hoy con el de sus primeros discos. Quizás su canto sea como el vino, quizás tomó clases para mejorar o quizás no sucedió nada de eso. No tuvimos oportunidad de preguntárselo, pero no importa. Las suposiciones y la imaginación siempre resultan más atractivas que la cruda realidad.