Por:
Marco Negrete
El
pasado sábado se vivió una noche mágica en el Lunario del Auditorio Nacional pues se festejaban los dieciocho
años de carrera de Radaid. Reforma
era un fantasma, esta noche el coloso no albergaba ningún tipo de evento; sin
embargo, un cúmulo de gente se acercaba a ese pequeño espacio ubicado al
costado del “mounstro”, éste que durante años se ha encargado de promover la
cultura y las más increíbles expresiones artísticas.
PH: Mons Robles |
Unos
minutos de espera y por fin ¡Radaid
estaba en el escenario! Emmanuel Macías
era el primer músico en saltar al escenario y con sus característicos solos de violín erizaba la piel de los
asistentes, que para ese momento de la noche habían abarrotado el lugar; poco a
poco los demás músicos se fueron uniendo a la fiesta y “Gitana” llegó para el júbilo de los presentes.
PH: Mons Robles |
“Shine” y “Hombre Mirando al Norte” emocionaban a la gente, que no dejaba de
bailar de la manera que le viniera en gana y es que Radaid da un recorrido musical increíble, parece que su música
viene de cualquier lugar para dirigirse a cualquier tipo de oídos, todos los
ritmos del universo se encuentran sumergidos en sus notas y no asombrarse al
verlos es imposible.
Uno
de los públicos más variados que haya visto en un concierto, personas mayores,
Chavo- rucos, jóvenes, todos bailaban y disfrutaban las canciones de Radaid que para terminar su presentación entonaron “La Gran Victoria” y “Two Birds”. La gente quería más de los
festejados, quienes volvieron al escenario y con un grito al micrófono “prendan las luces para seguir”
entonaron “Deja que Salga la Luna”.
Una presentación más que majestuosa, los tapatíos demostraron porqué han
sobrevivido a la música de moda y dieciocho difíciles años de carrera, su
talento e intensidad musical arriba del escenario los convierten en una bomba
que inevitablemente estalla en la alegría de la gente.
Algunas
personas abandonaron el recinto, las circunstancias pudieron ser muchas, el
transporte público, Radaid había
terminado su concierto, etcétera, los que seguimos en pie de guerra sabíamos
que lo mejor estaba por llegar. Sólo unos minutos esperamos para que Los Músicos de José subieran al
escenario y con su fiel estilo pusieran a todos a “mover el esqueleto”; “Thanks”
y “Amaneceres” fueron las
canciones encargadas de abrir el concierto e inaugurar la pista de baile.
“Mambo en Sax”, “A Go-Go” y “Lupita” se escucharon, el
pequeño homenajea Pérez Prado hacía
que la música fluyera por las extremidades de cada uno de los asistentes que no
dejaban de bailar, los bailes más extravagantes y divertidos creaban una
atmosfera festiva en el Lunario.
PH: Mons Robles |
El ambiente
no decaía, por el contrario cada canción que pasaba ponía más calor en el aire;
“Mi Cerebro” y “Clan” mostraban la versatilidad de los músicos chilangos, jazzear mambos, letras más rápidas, sintetizadores y
todo lo que les venga a la mente se acopla en las maravillosas melodías de Los
músicos de José.La noche iba llegando a su final y lo mejor se había
guardado, “La Dejada” y “Cayetano”
eran las rolas encargadas de ponerle fin a un concierto sorprendente.
He
escuchado muchas veces decir – incluso a artistas reconocidos- que no existe
una escena alternativa en México, ¡claro que existe! Sólo falta buscarla
mejor, estuve en un lugar donde los
artistasemocionaron a propios y extraños, un espectáculo con un nivel artístico
que envidiarían todos -incluso los que se enorgullecen de llenar enormes foros-
, ¿lograr conectar con las emociones de cada uno de los asistentes?, sí, eso
fue lo que paso en el grandísimo concierto que nos regalaron Radaid y Los Músicos de José.
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