Por: Nancy Islas
Durante pares de años, Los Caligaris se han ido consolidado firmemente como los cordobeses más queridos en México. Desde la primera vez que la banda argentina visitó tierras mexicanas, por allá del 2007, este afecto ha ido extendiéndose de manera recíproca entre los seguidores y la agrupación.
La singularidad del sonido de Los Caligaris combina, tras un discurso de fiesta, goce y pasión, diversos géneros como el ska, el cuarteto y hasta la cumbia; y ha atrapado a miles de seguidores en nuestro país. Así se demostró la pasada noche del 7 de octubre, con un completo sold out anticipado en el Palacio de Los Deportes, donde la banda festejaría su 20 aniversario.
Alrededor de las 7 pm, la fiesta comenzó con la banda de ska La Toma, seguida por los costarricenses de República Fortuna, quienes aplaudieron el entusiasmo de los asistentes y los sedujeron con la interpretación del tema caligari Estoy de oferta, en compañía de Raúl Sencillez. Y desde Chile, La Combo Tortuga, los últimos invitados, fueron bien recibidos por las personas presentes.
Cerca de las 9:00 pm se encendió un reloj con la tradicional cuenta regresiva en las pantallas. Minutos después, las narices rojas, los globos y, por supuesto, los gritos exaltados, predominaban entre el público. Miles de personas gritaron por las luces apagadas, justo antes de que se escucharan las voces de Juan Taleb y Martín Pampiglione saludando y que sonaran los primeros acordes de la energética Mi estanciera y yo.
Seguido de ese instante y rapidamente, continuaron Tus Besos y la clásica Nadie es perfecto. Sin dejar que el público mitigara un poco sus gritos y cantos, sonaron No estás, Entre vos y yo y Dolería menos. Tyson y Quereme así fueroninterrumpidas de este bloque de canciones clásicas por una de las favoritas de la más reciente producción; Mejilla izquierda. Luego de interpretar con mucha alegría la canción que originalmente acompañan Los Auténticos Decadentes, EEA; llegó al escenario Raúl Sencillez envuelto en una toalla de baño para presumir al público su tatuaje de la bandera mexicana, promesa que, dijo, hizo hace tiempo y cumpliría si culminaba el sueño de tocar en el Palacio de Los Deportes. Así fue. Una de las tantas sorpresas sonoras que brindó el setlist del concierto, fue la triada, versionada acústicamente, de Game Lover, Realidad y Me voy. Después se escucharon otros clásicos como Florentinos y Ferminas, Olvidar, El oasis, Saber perder y La Montaña.
Temas recientes como Frijoles, Bolso gris, El amor nunca pasa de moda y Todos locos fueron esparcidos durante todo el concierto, aunque predominaron los clásicos y canciones que no se interpretan usualmente. Fue realmente un recorrido por toda la trayectoria discográfica de Los Caligaris.
Martín Pampiglione lo dijo: “Por este veinte aniversario tocaremos, sí, temas nuevos, pero también canciones viejitas. Y hablando de viejitos…” seguido por los temas Dos viejitos y Palito bombón helado, ambos de su segunda producción discográfica.
Un elefante en un pesebre inauguró la pequeña serie de temas de desamor que culminaron con una de las que, según sus propias palabras, Juan Taleb considera de sus favoritas del Bailarín Apocalíptico: Vereda. Esta emotiva canción contó con una sorpresa más: la participación de su compatriota Manuel Moretti, líder de la emblemática banda de rock argentino Estelares.
La melancolía se apaciguó con la llegada de la festiva Asado y Fernet, en la que participó Franco Escamilla. Los malabares y acróbatas no faltaron en el show; hasta un Martín elevándose por el escenario sujeto de globos y un Juan en patineta, se hicieron presentes.
Con un Palacio de los Deportes abarrotado de colores flotando sobre el aire; niños, jóvenes y adultos con pelucas coloridas; narices rojas parpadeando como luciérnagas en el mar de gente y muchos brincos eufóricos; se acercaba el final de la celebración. Así lo anunció uno de los temas más aclamados por los seguidores: Razón, que en su atmósfera romántica, sonó a las 11:11 pm y cientos de parejas corearon con suspiros.
Y llegó el momento cumbre que muchos esperaban para quitarse la camisa, girarla como tradicionalmente lo hacen y brincar sin otro fin más que el éxtasis de vivir el “antes muerto que dejar de soñar” que tanto sentido hace en la música de Los Caligaris: Kilómetros. La banda se despidió después de que ese clásico Parararararará coloreó el Palacio de los Deportes de miles y miles de playeras girando de los brazos extendidos de personas conmovidas por la alegría del momento.
Afortunadamente, el impaciente público no dejó de gritar entusiasta para que la
banda regresara y continuara tocando. Así fue, Mis tres amores retornó la energía al concierto, seguido de otros clásicos no tan esperados como El Colectivo, A vos y Cuarteto roquero.
Finalmente, Que corran despidió a los cerca de 20mil asistentes que entre risas, lágrimas y gritos, agradecieron 20 años de energía. Como se ha dicho antes, este agradecimiento y afecto es recíproco; se hizo notar cuando todos los integrantes portaron, además de una sonrisa de satisfacción, una playera con letras que, en conjunto, hacían legible un “Muchas gracias”.
Lo que sucedió en ese momento inigualable pasará a la historia, pues la banda hizo saber que el concierto fue grabado para lo que será el primer DVD en vivo de Los Caligaris.
Veinte años y contando... Los Caligaris reafirmaron su importancia en México y que esta fiesta fue una advertencia de la continuidad de la banda y su vida en torno al circo, la música y la alegría.
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