“No éramos los mejores ni somos los peores”: LVARC (Parte 2)

Por César Domínguez

Lo ocurrido con la selección mexicana ante Chile nos deja un aprendizaje enorme. La falta de regularidad en un once inicial y los inventos de Juan Carlos Osorio ayudan a que el propio colombiano se deje de tonterías y aprenda que los jugadores no pueden estar esperanzados en saber si jugarán o no.

México no había jugado bien en todos estos partidos que ha estado bajo el mando de Osorio, se había ganado pero no convencido, quizás el juego donde se vio un mejor esquema táctico fue contra Venezuela y ahí no se consiguió el triunfo.

Ahora, vamos con los problemas en el parado ante los andinos; primero es de vital importancia saber que Paul Aguilar no puede jugar de lateral en una línea de cuatro defensores, sus cualidades son más para que vaya al frente y defendiendo tiene carencias muy marcadas.

No puede ser que Rafa Márquez haya tenido que ir y venir en solo un día a Guadalajara para ver a su primer hijo con su actual esposa, que le hayas quitado uno de los momento más importantes para un hombre y que lo mandes a la banca en un duelo tan importante como el de cuartos de final.

Por otra parte, Dueñas es técnicamente limitado cuando se trata de ser el único contención del equipo, en Tigres depende mucho de lo que hace Pizarro y aquí no tiene a ese compañero que lo ubica y lo hace brillar.

No tengo nada en contra de Chicharito, pero no llegaba en el mejor momento para ser el titular; Oribe o Jiménez podían haberle dado una mejor cara a la ofensiva que el propio Hernández quien se ha preocupado más por su récord que por el funcionamiento del equipo.

Por fortuna esto pasó ahorita y nos hizo ver que los récords conseguido por México habían sido causa de la casualidad, no del buen funcionamiento del equipo; yo no pediré la renuncia de Osorio, pero si le pido que deje sus plumitas azul y roja, su cuadernito y sus inventos baratos, pues ante Chile se vio que eso no sirve de nada.

Trabaje señor Osorio, le daré ese beneficio de la duda, sé y entiendo que su estirpe es de un ganador y un visionario, pero no trate de innovar a un equipo que necesita de regularidad para ser esa selección que todo un país quiere ver.