Por: Mariana Huerta
Lewis Hamilton (Mercedes) alcanzó este fin de semana su tan anhelada
victoria número 44. Para el equipo, representa la cuarta vez consecutiva
que triunfan en el Mónaco GP, mientras que su coequipero Nico Rosberg,
terminó en la séptima posición.
Sin embargo, el segundo lugar fue
una dolorosa decepción para el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull),
quien lideró la carrera en este complicado circuito y con el asfalto
mojado durante 33 vueltas; hasta que un error por parte del equipo de
mecánicos durante su parada en pits le hizo perder los ocho segundos de
ventaja que llevaba sobre el británico y no pudo volver a la punta.
Además,
un día antes el australiano logró la primera pole en su carrera, por lo
que esta fue la única ocasión en la que ha largado desde el primer
cajón de la parrilla: una experiencia agridulce para Ricciardo es lo que
Mónaco le deja.
Sabor latino
Para el tercer lugar de la
carrera el premio tuvo un sabor mucho más glorioso, pues el tapatío
Sergio Pérez (Force India) disfrutó del sexto podio a lo largo de su
carrera –cuarto para la escudería, treceavo para un mexicano en F1 –con
lo que sólo está a uno de igualar los acumulados por Pedro Rodríguez.
Además,
el mexicano fue elegido como el “Mejor piloto del día” gracias a la
excelente labor que hizo al resistir la presión ejercida por el alemán
Sebastian Vettel (Ferrari) y por, una vez más, demostrar la excelente
gestión que tiene sobre el rendimiento de sus neumáticos; así como la
estrategia propuesta por el equipo.
“Checo” realizó una carrera a
una sola parada, en la que apostó por el compuesto suave, a diferencia
de la mayoría de pilotos que optaron por el superblando . Además,
realizó el cambio en el momento adecuado para poder adelantar a Vettel y
Carlos Sainz (Toro Rosso).
Estrella estrellada
Para
empeorar las cosas en la escudería de Milton Keynes, la estrella en
ascenso, Max Verstappen, tuvo un fin de semana para el olvido tras
reventar su RB12 en la clasificación del sábado, por lo que en la noche
se tuvo que cambiar el chasis y el domingo arrancó desde pit lane para
luego estrellarse en el circuito, así como lo hizo el año pasado.
El
que hace quince días fuera el mejor piloto de la carrera y el ganador
más joven de un Gran Premio de F1, este domingo se estrelló contra la
barrera tras pasarse en la frenada y bloquear las llantas.
A
pesar de su desafortunada posición de inicio, el holandés logró ascender
hasta el doceavo sitio, del que bajó hasta el 17 tras una parada en
pits, para luego escalar hasta el noveno lugar y detener su ascenso en
la vuelta 35 (de 78).
Dos al hilo
Las mieles del segundo
lugar no fueron suficientes para Ricciardo, pues al igual que en el Gran
Premio de España, el piloto de 26 años estuvo cerca de coronarse en el
circuito pero se quedó en el segundo cajón del podio gracias a un error
de su equipo.
Así como un pinchazo en su neumático le robó el
triunfo hace 15 días y quedó relegado hasta el cuarto sitio, esta vez
Hamilton se hizo con el liderato y no volvió a soltarlo luego de que en
la vuelta 33 el número 3 de Red Bull fue llamado a boxes y perdió ahí
poco más de cinco segundos debido a que cuando llegó no estaban listos
los neumáticos traseros.
A pesar de la ventaja que llevaba sobre
la “flecha plateada”, cuando salió del pit lane no llevaba la velocidad
suficiente para dejar atrás al británico y de ahí en adelante a
Ricciardo le faltó agresividad para recuperar el puesto y a Hamilton,
desde luego, le sobró fiereza para defender lo que ya consideraba suyo.
Detrás de Pérez, Vettel obtuvo el cuarto lugar, seguido de
Fernando Alonso (McLaren), Nico Hulkenberg (Force India), Nico Rosberg
(Mercedes), Carlos Sainz, Jenson Button (McLaren) y Felipe Massa
(Williams).
El circuito
Vuelta más rápida: Lewis Hamilton (1:17.939)
La
pista de Mónaco es icónica para la máxima categoría del automovilismo
deportivo, pues exige manos firmes, precisión, concentración extrema y
una estrategia bien definida para poder triunfar en estos 260.286
kilómetros recorridos en total.
Compuesto por 19 curvas y tres
sectores más la zona de DRS, sus 3.377 km de longitud hacen de este
trazado urbano una exquisita trampa en la que el asfalto mojado lo
complica todo aún más. Rebasar puede volverse imposible y es mucha la
exigencia a los frenos, por lo que se vuelve vital la excelencia
estratégica, así como la adherencia de los neumáticos y la carga
aerodinámica.
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