Por Mauricio Ortega
Ph Aloha Studio
Corresponsal en Guadalajara
Las
Flans hicieron de la noche del sábado una autentica fiesta retro, donde
además revivieron los temas más recordados por el público y que se
convirtieron en un ícono de la carrera del grupo.
La
agrupación Van Tres fue la encargada de amenizar la espera del público
tapatío; las melodías frescas de sus instrumentos tocaron temas como
Princesa Tibetana de Timbiriche e inéditos como Frecuencias, con la que
promovieron la unión y conexión entre sociedades.
En
punto de las 21:15 hrs, Mimi salió disparada hacia el micrófono para
interpretar Yo no sería yo, comenzando con ésta la fiesta que celebraría
en Guadalajara los 31 años de trayectoria del trio.
¡Muy
buenas noches Guadalajara! Que bonito verlos a todos aquí; esta es una
fiesta, no podemos creer que después de 30 años el Auditorio Telmex de
Guadalajara esté así" dijo emocionada Mimi.
Segundos
después, Ilse e Ivonne le hicieron compañía y las 6 mil personas
presentes abandonaron sus asientos para transformar el recinto en una
disco de antaño con canciones como Me Gusta Ser Sonrisa, Veinte Millas y
Rufino.
Ivonne y Mimi hicieron una pequeña intervención
para dedicar la presentación a Ilse, quien cumplió años el pasado
domingo, aprovechando el momento para cantarle una versión contemporánea
e improvisada de Las Mañanitas al ritmo de Another Brick In The Wall de
Pink Floyd.
Ivonne se quedó únicamente
acompañada por sus coristas para dirigir unas palabras al recién
fallecido Fidel Castro, a quien le catalogó como un soñador que luchó
por la paz, provocando algunas reacciones negativas del público, mismas
que fueron rechazadas por la cantante que entre risas refutó: "me vale
gorro que me chiflen, no me controlen".
La gran fiesta
ochentera terminó luego de una potente interpretación de Barco a Venus
de Mecano y después de haber prestado su voz en Verde más allá de Jenny
and the Mexicats y No Podrás de Cristian Castro.
Las
voces de Ilse, Ivonne y Mimi regresaron al escenario en distintos
conjuntos para unir su voz una vez más y cantar los entrañables clásicos
Bazar y No Controles, dejando como resultado un concierto que fue testigo de la entrega de Flans hacia el público tapatío.
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