Por Rocko Carmona
Año con año, antes de revelar la alineación para una nueva
edición del festival Vive Latino, los fanáticos entran en controversia,
pidiendo abiertamente que el festival cuente con agrupaciones como Los
Caligaris, Los Fabulosos Cadillacs, Panteón Rococó, Café Tacvba, Caifanes, etc.
Al ser revelado el cartel del festival, estos mismo
fanáticos pierden la cabeza, al no estar satisfechos con lo que éste les
presenta: una amplia gama de musica de calidad internacional, y los seguidores
caen en el argumento de todos los años: “El Vive Latino, ya no debería llamarse
Festival Iberoamericano”, porque ya
no presentan agrupaciones de habla hispana.
Pero, ¿Qué pasa con estos headliners?
Durante la décimo octava edición del festival, Zoé, Los
Caligaris, Los Fabulosos Cadillacs y
pintaban para ser algunas de las agrupaciones que complacieran al público; y
así lo fue. Con cada uno de estos grupos mencionados abarrotaron las
instalaciones del Foro Sol – escenario en el cual fueron partícipes del
festival – para cantar todas y cada una de las canciones que siempre entonan
cada una de las agrupaciones.
Tal vez para el público el fanatismo por cada una de estas
agrupaciones no va más allá del simple y sencillo hecho de cantar la misma
canción una y otra y otra vez.
Tal vez, su mente está tan encasillada a dejarse satisfacer
por los mismos acordes que ya conocen de memoria, que no son capaces de
atreverse a experimentar algo nuevo; un temor a darse cuenta que esa agrupación
que toman como deidad fácilmente puede ser superada.
Pongamos en comparativa este punto.
El público pide bandas de calidad de habla hispana y eso
tienen. Un claro ejemplo está en la banda de culto La Barranca. Tal vez si a
los asistentes les picase el mosco de la curiosidad y quisieran saber por qué esta
agrupación cierra un escenario, se darían cuenta que Alfonso André (baterista
de Caifanes) forma parte de ella o que Cecilia Tusaint (emblemática mujer del
rock nacional) compartiría escenario con ellos, pero no… El asistente siempre
se va a lo seguro.
Pero claro, no pasa lo mismo con grupos como Kinky, que al
ser una banda de renombre estas personas aseguran que será un concierto de
“calidad”; y lo fue, pero fue más de lo mismo, a excepción de sus dos nuevas
canciones presentadas en el show.
Pero esto sólo entra en el tema de la música de habla
hispana ¿Qué pasa con las agrupaciones internacionales?
Primero, cabe señalar que el público siempre exige calidad
musical. Cuando el festival se los proporciona nos enfrentamos a un escenario
principal a menos del 50 por ciento de
capacidad.
El claro ejemplo está en Justice y Prophets of Rage.
Sí, la agrupación conformada por integrantes de Cypress
Hill, Public Enemy y Rage Againts de Machine se enfrentaron al ‘Gigante de
América’, una banda emblemática de nuestra nación. Sin embargo 45 minutos
hacían la diferencia entre estas dos agrupaciones. Un panorama complejo para
una decisión, pero fácilmente pudieron haber escuchado algunas canciones de
Prophets para saber qué ofrecían y entender el por qué cerraban el festival,
pero no… Se fueron a la segura.
Ahora bien, Justice, un grupo emblemático de la música
electrónica se encargó de cerrar el escenario principal en el último día del
festival. Se especulaba una enorme asistencia… Pero no fue así.
Previamente, Zoé uno de los grupos más choteados en la
historia del rock nacional (si es que a eso se le puede llamar rock) se
encargaba de satisfacer a todas aquellas personas que siempre piden la misma
basura en el festival ¿Qué pasó después? Poco a poco los asistentes del Vive
Latino comenzaron a partir.
Esto me deja como conclusión, que la exigencia musical de
esta generación cada vez está más en decadencia y no sólo eso, sino que creen
que la música ya no tiene nada mejor por entregar y su pequeña mente se queda
encasillada con las mismas bandas de siempre que seguirán tocando las mismas
canciones que tocan en TODAS Y CADA UNA de sus presentaciones.
No cabe duda de que además del temor, el público siempre
quiere todo de la manera sencilla, todo “peladito
y a la boca”, no saben lo que es experimentar con nuevas propuestas, saber
que hay muchísima mejor calidad musical que – hablando de esta edición del
festival – sus ya choteados Caligaris, Babasónicos, Zoé, Cadillacs, etcétera,
etcétera.
Y vaya que decir que Babasónicos, Caligaris o Zoé fue lo
mejor del festival…. ¡Es de preocuparse!
Fotos cortesía de: VL/Chucho Contreras
0 comentarios:
Publicar un comentario