Los fans que se dieron cita, parecían olvidarse de lo que sucedería al domingo siguiente y se concentraban en cantar viejos himnos y nuevas canciones que pronto se convertirán en el soundtrack perfecto del día a día. San Pascualito Rey volvía a las andadas.
El show comenzó con un Pascual Reyes a solas, deleitando con canciones de sus trabajos pasados, y así poco a poco la agrupación se fue integrando y la presentación de versiones nuevas y canciones del Todo nos trajo hasta hoy comenzaron a desfilar.
El último trabajo con el cual lograron reunir a todos sus feligreses se aleja un poco de los ambientes trip hoperos y se centra más en lo denso del rock and roll, y aunque la esencia de los pascuales permanece intacta algunos de sus fans aún se encuentran digiriendo lo que figura como uno de los mejores discos del año.
San Pascualito Rey poco a poco se ha ido ganando a pulso un lugar en la historia de la música que se hace en este país, y es que cada uno de sus integrantes es diestro en lo que hace.
Pascual Reyes sigue sumiéndonos en la miseria, la melancolía, el desamor, el amor y la esperanza; Luca Ortega con su precisión marca a detalle las pausas; Juan marca el ritmo y Alex Otaola sabe cómo manear todos los recursos de los cuales se vale. Lo que hacen arriba del escenario es único y los desplantes no son para ellos, ellos se concentran en la música y eso se agradece.
La presentación del trabajo fue magnifica, se hicieron acompañar de distintos músicos que le imprimían un toque más chulo a las canciones; todos coreando, desgarrándose las gargantas por ese viejo amor, por la promesa incumplida, afuera y a las afueras de la Condesa la ley seca empezaba el ambiente parecía desolador pues a unas horas se decidiría el nuevo rumbo del Estado de México.
0 comentarios:
Publicar un comentario