Por: Rocko Carmona
Frente a un Palacio de los Deportes a no más del 40 por ciento de su asistencia, se llevó a cabo el festival Reggae Latino, mismo que reunió a algunos de los máximos exponentes latinos del género jamaicano.
El festejo de colores verde, amarillo y rojo, comenzó mientras el cenit invadía a la CDMX, desde este momento el festival pintaba para que la asistencia fuera poca, ya que el acceso general no ocupaba más allá del 20 por ciento.
Pese a ello el concierto se llevó a cabo con la logística correcta. Agrupaciones como Anayawa, Somos Uno y La Comuna comenzaran a calentar los motores del público, los pies comenzaban a seguir el ritmo del reggae y las fumarolas cada vez eran más abundantes.
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| PH: Rocko Carmona |
Pasadas las 9pm Dread Mar I hizo que el Reggae Festival estallara. Los asistentes del festival coreaban todas y cada uno de sus canciones, las cuales cuentan con un toque de melancolía, precisas para un corazón en duda.
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Tras dicha presentación, el Head Liner de la noche apareció en el escenario. Cultura Profética se enfrentó a un Palacio de los Deportes con no más de 7 mil asistentes. Pese a ello, canciones como 'Rimas Pa'seducir' y 'Ritmo que Pesa' hicieron que el ambiente del festival se elevara.
"Estamos muy agradecidos por estar aquí. Sabemos el mal momento por el que ha pasado México y estamos con ustedes. Nosotros en la isla también estamos viviendo tiempos difíciles, por eso mismo queremos dedicarles esta canción", compartió Willy Rodríguez.
Fue así como el tema 'Amante Luz' invadió los corazones de los capitalinos, en medio de un mar de palmas en conmemoración a los sucesos ocurridos el pasado 19s.
La romántica noche continuó con clásicos de la agrupación puertoriqueña como 'Ilegal', 'Música Sin Tiempo' y 'De Antes'.
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| PH: Rocko Carmona |
Tras un encore no más largo a cinco minutos, el conjunto regresó para regalarle a su público sus últimos temas de la noche, 'Le Da Igual' y 'Saca Prende y Sorprende'. Fue así como la fiesta de Reggae en la capital llegó a su fin, con un ligero sabor a amargo en cuanto a la asistencia, pero con el reggae fluyendo en el alma de los asistentes.
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