Por: Rocko Carmona
Encobijados por una tarde/noche fría, Raúl Ornelas se encargó de arropar a más de 2 mil asistentes que se dieron cita en el Teatro Metropólitan para entregarse a todas y cada una de sus canciones que ofreció.
Con el escenario divido en dos niveles, el cantautor chaiapaneco salió por el centro de éste, inundado de un mar de aplausos de sus seguidores, sólo para inclinarse a manera de gratitud y comenzar la velada con la canción "Ni pa' ti, ni pa' nadie"
"Muchas gracias, México ¿Quién no sueña con estar en este lugar?, Gracias a todos ustedes por venir. Sé que han pasado cosas terribles, pero aquí estamos regalando música ¡Fuerza México, fuerza Oaxaca!" Compartió Ornalas con su público.
La velada continuó "Manual de lo Prohibido" y "Ya me Tienes", las cuales fueron recibidas por las miles de almas que se encontraban cantando acorde tras acorde.
"Toda aquella mujer que tiene ya a su individuo en la bolsa y que este les corresponde, dejen de hacerla de a pedo ¡Por favor!" Compartió el autor sólo para comenzar con la melodía "Que quede claro"
Tras las canciones "Labios Partidos" y "¿A dónde voy?" Ornelas le pidió a su público un pequeño receso, el cuál sirvió como hincapié para hacer una ligera modificación en el escenario, mismo que ayudó a acercarse más a sus fanáticos.
Con esta nueva logística, Ornelas entregó un popurrí de canciones en tonos mayores. Éste se conformó por temas como "Cuando Muere", "Ojalá Vinieras", "Mi Fé", entre otras.
"Este popurrí que hicimos en tonos mayores es para que la gente no se pusiera triste, lamentablemente es el turno de los tonos menores" fue así como el cantautor dió hincapié a las canciones 'Kamikases' y "Cosiéndome'.
De regreso al escenario habitual, el espectáculo continuó con canciones emblemáticas como "Manías", "Hasta la Camisa" y "¿Qué voy a hacer con mi amor?".
La velada finalizó con una lluvia de confeti que abrazaba los temas "¿Cómo agradecer?" y "Esta Vida". Tras abrazar a sus músicos a manera de agradecimiento, poco a poco el Teatro Metropólitan se quedó vacío.
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