Por Mariana Huerta
Perú venció 1-0 a Brasil con una de
las jugadas más polémicas y, por primera vez en 39 años, la verde
amarelha quedó eliminada en fase de grupos ya que empataron con Ecuador y derrotaron 7-1 a Haití, por lo que solo sumaron cuatro puntos y terminaron en el tercer sitio del grupo B, debajo de Perú y Ecuador.
El Gillette Stadium fue el escenario donde los perdedores demostraron una vez que de aquel joga bonito apenas queda el recuerdo pues, a pesar del desatino arbitral, la Canarinha no hizo mucho por conseguir su pase a cuartos.
Los de Dunga dominaron la primera parte del
encuentro y ejercieron mucha presión sobre los rivales, pero fueron
contadas las ocasiones en las que generaron verdadero peligro, mientras
que los peruanos tampoco fueron capaces de provocar muchas llegadas.
Sin embargo, la oportunidad más clara de los dirigidos por Gareca fue una falta cerca de la meta brasileña cometida sobre Edison Flores y que el árbitro no marcó, por lo que se fueron al descanso sin abrir el marcador.
Ya en la parte complementaria, al minuto 75, un desborde desde la banda derecha por parte de Andy Polo llegó hasta Ruidíaz, quien logró rematar el esférico hasta el fondo de la red: con la mano.
Los brasileños inmediatamente pidieron que la falta se señalara, pero
el jugador inca alegó que la jugada fue con el muslo. El cuerpo
arbitral debatió durante tres minutos. La jugada fue revisada y todo
indica que fue una mano clara. Muy tarde. La decisión ya no tenía revés y
el gol fue declarado como válido.
Tuvieron que pasar 31 años para que la blanquirroja pudiera derrotar nuevamente al combinado brasileño.

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