Federer quiere hacer historia en Wimbledon

Por César Domínguez.

El tenista suizo va en busca de su octavo título del Grand Slam británico y así colocarse como el máximo ganador del torneo, superando a Pete Sampras y a William Renshaw.

 

Todo comenzó en 2003 cuando un joven suizo se plantó en la final del All England Lawn y enfrentó de gran manera al australiano Mark Philippoussis a quien venció en tres sets por parciales de 7-6, 6-2 y 7-6, además de redondear un campeonato con solo 22 sets disputados.

Ese título lo catapultó como una gran promesa del tenis mundial y más aún del certamen celebrado en Inglaterra, algo que hizo realidad durante los próximos cuatro años donde se coronó en las ediciones 2004, 2005, 2006 y 2007.

Su segundo y tercer título los obtuvo al enfrentarse al estadounidense Andy Roddick en ambas las ediciones de 2004 y 2005, a quien venció por parciales 4-6, 7-5, 7-6 y 6-4 primero y 6-2, 7-6, 6-4 un año más tarde.

Los siguientes dos títulos los consiguió al enfrentarse al que sería uno de sus rivales favoritos, Rafael Nadal; en 2006 logró vencer al mallorquín en cuatro sets (6-0, 7-6, 6-7 y 6-3) y al año siguiente volvió a superar al de Manacor pero, ahora en cinco parciales (7-6, 4-6, 7-6, 2-6 y 6-2), así obtuvo su quinto trofeo.

Pasarían dos años para que el helvético volviera a levantar el trofeo de ‘La Casa del Tenis’ y fue después de vencer por tercera vez en una final al norteamericano Andy Roddick por parciales de 5-7, 7-6, 7-6, 3-6 y 16-14, en la edición de 2009.

La última vez que Federer se proclamó campeón en el All England Lawn fue en 2012, previo a los Juegos Olímpicos de Londres y venció en aquella ocasión a Andy Murray por parciales de 4-6, 7-5, 6-3 y 6-4; algo que podría ser un buen augurio previo a Rio2016. 

Ahora, Roger quiere quitarse esa mala racha que carga en Wimbledon desde las últimas dos ediciones, donde ha perdido en la final ante Novak Djokovic, actual número uno del mundo en el ranking ATP; pero Federer sabe que puede ser la oportunidad perfecta de darle más brillo a su nombre en los salones de la Catedral del Tenis mundial.