Por Alejandra Blas
Han pasado alrededor de 46 años desde la muerte de James Douglas Morrison,
mejor conocido como Jim Morrison; hasta la fecha es considerado como uno de
los cantantes mas icónicos e influyentes de la historia del rock.
Era el vocalista de una de las bandas más emblemáticas de la época, The Doors,
formada en Los Ángeles, California en 1965 por John Densmore, Robby Krieger,
Ray Manzarek y Jim Morrison.
Abandonó sus estudios en la escuela fílmica de la U.C.L.A. (Universidad de Los
Ángeles) para formar una banda de rock junto a Ray Manzarek, a quien había
conocido en la universidad. Pensaron en el nombre de The Doors para el grupo.
Desde las primeras actuaciones se hizo muy popular.
The Doors creo grandes temas como Break “On Through”, “Light My Fire”, “The
End”, “People Are Strange”, “Love Me Two Times”, “Hello, I Love You” y “Touch
Me” entre otros más. El grupo en conjunto era muy bueno, pues mezclaban todo
su talento creando grandes canciones, pero a pesar de eso Jim Morrison, siempre fue considerado como un símbolo sexual, pues en sus presentaciones lograba crear un descontrol entre el público.
Poseia una voz de barítono, personalidad y actuaciones salvajes, poeta de
vocación, escribía sobre la muerte recurrentemente, irreverente ante la autoridad.
The Lizard King (era uno de los apodos por lo que lo conocian) desarrollo una fuerte dependencia al alcohol y drogas. En sus presentaciones provocaba escándalos; borracho y exhibicionista, más de una vez estuvo arrestado, en una de las ocasiones fue detenido por agresión a policías y por intentar masturbarse durante una presentación.
El 3 de julio de 1971, en París, a los 27 años, Jim Morrison dejo de respirar, se
alega que murió de una sobredosis de heroína, pero al no realizarse una autopsia, no se sabe la causa exacta del deceso.
Sus restos se encuentra en el cementerio Père-Lachaise, en París. Su tumba es aún frecuentada como un lugar santo y día a día recibe el homenaje y recuerdo de sus incondicionales fanáticos.
La gran pasión que dejaba Morrison en el escenario, jamás se podrá olvidar.
Siempre te recordaremos Jim.
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