viernes, 7 de octubre de 2016

La noche de los chicos revotosos‏

#Reseña. El monstruo de la Arena Ciudad de México presenció el regreso de una de las bandas más influyentes (al menos en Inglaterra) de los últimos tiempos: The Libertines, quienes regresaban al país luego de su exitosa presentación del Foro Sol en el Corona Capital del año pasado.


El concierto inició con los muy influyentes teloneros de Los McAlllister, digo influyentes porque deben ser muy amigos de alguno de los organizadores que los metió con calzador a abrir el concierto de los británicos, su música no presenta trascendencia alguna y demostraron no estar a la altura de los headliners , mas rock nacional sin presencia pues.

La noche estaba ansiosa de ver sobre el entarimado a los salvajes Pete, Carl, John y Gary, quienes como casi siempre acostumbran salieron minutos más tarde de lo programado a dar su show. 
El set arrancó con suspiros y piropos para los dos front man de la banda, por un lado Doherty quien con su camisa desabrochada brillaba sus tatuajes y Barât entallado en chaqueta de cuero. Inmediatamente tomaron sus posiciones y empezó la lluvia de canciones.

El set arrancó agresivo con “The Delany” e inmediatamente siguieron con esa misma fuerza y rapidez gargajeda tan característica de ellos, pronto la agrupación volcó su set en temas de su más reciente disco Anthems for Doomed Youth, para luego dar paso a “Boys in the Band” canción que prendió macizo a los asistentes quienes brincaban y coreaban tremenda canción.


El recorrido musical de estos salvajes abarcó toda su exitosísima historia musical, siendo los temas más viejos los más celebrados; Pete y Carl demostraron que las viejas rencillas quedaron en el olvido, este par de catrines se divierten sobre el escenario y trasmiten al receptor una energía sin igual; por su parte el baterista y el bajista ejecutan de manera excepcional sus instrumento fungiendo como una sólida base musical. El audio por momentos resultaba chafón pero al final podríamos considerarlo como parte del show.

Para el encore, el espíritu camaleónico de Bowie se hizo presente y con una breve introducción de “Changes” dieron paso a “Music When The Lights Go Out” que hizo recordar viejos amores. La noche enfurecida y salvaje tenía que terminar y para hacerlo “Don´t Look Back Into the Sun” fue la elegida para dar la despedida a todos los asistentes.


Una vez más The Libertines demostraron que siguen haciendo lo que les gusta, no solo por cumplir algún compromiso; la amistad entre sus integrantes ha sabido sobreponerse ante cualquier problema interno en la banda. Esperamos ansiosos la nueva entrega discográfica y con esto una nueva visita de estos ex junkies ingleses.


Texto por: Allfred Black

Ph: Cortesía de David Zuriaga

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