Por Raúl Soriano
Ph Auditorio Nacional
Entre ofrendas, cempasúchil, calaveras y catrines, Lila Downs recibió con su canto a los vivos y muertos durante el concierto que ofreció en el Auditorio Nacional. En punto de las 20:10 horas, la orquesta se incorporaba al sonido de un vals fúnebre, mientras tres pantallas bajaban al escenario y mostraban imágenes prehispánicas, después apareció Lila, vestida penacho con plumas de faisán, un estraple con estampado de jaguar y una falda con motivos aztecas, hace su aparición en medio de una gran ovación para interpretar el primer número de la noche "Humito de Copal".
"¿Qué dicen las calaveras esta noche?" fue el saludo que abrió el acercamiento con su público, "Yo no quiero vivir en la
mentira, no quiero la verdad histórica. Yo quiero la verdad", fueron
algunas de las palabras ante los aplausos de los cerca de 10
mil asistentes en la primera de dos noches en el coloso de Reforma, poco antes de interpretar el primer tema.
Pronto aparecerían dos personajes que la guiaron: el diablo (que
muchas veces era relacionado con Trump por menciones al muro o actitudes
de ser supremo) y el Tlacuache, una especie de deidad encargada de
guiar a las personas a otra dimensión.
Siguió con "La iguana" y contra los
políticos corruptos y los responsables de que una mujer sea asesinada
cada tres horas siguió con "Preso número 9", y proseguir con el tema de Cuco Sánchez "Fallaste
corazón". Con su afán de no callar las cosas en las que no está de acuerdo Lila
recordó a los campesinos quienes sufren de grandes pérdidas a causa de
los granaderos por el cacao en "Balas y chocolate", mismo título de su
último disco de estudio y el cual fue dedicado a los difuntos y para dar la bienvenida al Trío Corona de la Huasteca, que hizo sonar unos huapangos, la oaxaqueña regresó al escenario con otro vestido para interpretarnos "Cruz de madera", "La Martiniana", "El Feo", "La mentira", "Patria madrina", "Viene la muerte", "Mano negra" y el tema de su paisano Álvaro Carrillo, "La Mentira".
Ya en la parte final, Amilkar Jiménez y las Marimbas Yetzi Querio, de Ixtlán de Juárez, Oaxaca, sonaron "La Llorona", "Zapata se queda", "Cruz de olvido" y "El son de los difuntos", para luego interpretar el "Mezcalillo".
“Ha llegado el momento de recordar a alguien querido por nosotros y seguro ya está en el Tlalolcan y nos ha de estar esperando, Juan Gabriel”, para luego cantar: "Se me olvidó otra vez" e invitar a Aida Cuevas para cantar a dueto, “Té sigo amando" y “Amor eterno”, y despedirse con “Paloma negra”.
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