Por Mauricio Ortega
Ph Francisco Martínez y Ahtziri Aguilar
La sexta edición del Revolution Fest se realizó con el agrado
de unos y desagrado para otros. Más de 14 horas de música, 4
escenarios, 30 bandas, alrededor de 14,000 asistentes y kilos de tierra
fueron los protagonistas de este nuevo capitulo revolucionario.
Minutos
después de las 12 del día, cientos de personas arribaban a la tan
debatida nueva sede, el Club Hípico Los Alamitos, ubicado a las afueras
de la ciudad y rodeado de no más que campo.
Uno de los
principales disgustos de la gente dentro del lugar, fueron los excesivos
precios de los alimentos y bebidas, que además debían ser pagados por
unas ruedas de plástico rojo llamadas RevoCoins, los cuales tenían que
ser canjeados por $40 cada uno en stands ubicados en puntos estratégicos
del club.
La Carpa Foro Independencia fue el primer
escenario en cobrar vida para iniciar con el festín musical de este año.
En él tocaron nuevas bandas con interesantes propuestas, algunas con
retoques ya conocidos y otras como Sage Skylight, quienes se atrevieron a
romper todo estándar y ofrecer un breve espectáculo lleno de energía,
originalidad y verde fluorescente, dejando a más de alguno con ganas de
más.
Los escenarios principales comenzaron actividades
minutos después de la 1:00 p.m. con Sierra León, Clemente Castillo,
Apolo y Apolo.
Mientras tanto, las personas elegían a
que escenario dirigirse, dado que permanecer en el centro del hípico
implicaba escuchar las dos bandas ubicadas en los escenarios
principales, sin oportunidad de escuchar perfectamente a ninguna de
ellas.
Otros se recostaban en el césped o en pequeños y
cotizados espacios “lounge” que gozaban de una vista privilegiada además
de proveer sombra, asientos y mesas de manera gratuita.
En
el Revolution Stage se vivió a temprana hora el primer slam junto a
Mcklopedia y Disidente, los primeros en encender los ánimos de los
asistentes. En el Jalisco Stage se vivía algo parecido con Victimas del
Dr. Cerebro, los cuales aprovecharon los minutos de silencio que le
proporcionaba la instalación del equipo para la presentación de Ximena
Sariñana en el otro escenario.
Fue Ximena precisamente
la que puso el sazón “fresón” en el festival, interpretando temas como
“Mis Sentimientos” de los Ángeles Azules y “Different”. La cantante bromeó
con el público al percatarse que la tarola de su baterista sufrió un
percance: “Guadalajara, estamos rockeando tan fuerte que rompimos la
tarola.”
Dijo entre risas. Le siguió entonces su paisano Siddhartha, el cual convocó a toda una multitud.
En
el centro del hípico también se respiraba la fiesta, y es que a todo
lugar que se volteara, había algo que ver; zanqueros caracterizados de
personajes surrealistas, monstruos y ciclopes que caminaban y bailaban
por todo el lugar. Además existían atracciones de feria como la rueda de
la fortuna e incluso paseos en globo aerostático.
Asimismo,
se contaba con una zona especial para niños llamada RevoKids, ahí por
el módico precio de $70 la hora, personas especializadas cuidaban a los
niños en un espacio donde se les ofrecía refrigerio, juegos y
televisión.
A medida que el sol se ocultaba, las bandas
estelares salían al escenario; DLD, Todos Tus Muertos y Nortec
Bostiche+Fussible, armaron una tremenda fiesta con los tapatíos.
En Bar Americas Stage se vivía un ambiente electrónico único y espectacular, plagado de luz y color.
Al
caer la noche, vino Fobia, y con ellos, la lluvia que no detuvo a los
asistentes, pero sí a su equipo de sonido, que, por unos minutos se
quedó sin luz e interrumpió la interpretación de “Vivo” por unos
minutos.
Mientras tanto, en el Jalisco Stage, se
anunciaba el Artista Sorpresa, que resultó ser Alejandro Marcovich, ex
guitarrista del grupo Caifanes. Poco después, en el mismo escenario se
presentó Plastilina Mosh. La lluvia ya se hacía presente durante su
presentación y refrescó a las miles de personas que horas atrás habían
sido acosadas por el asfixiante sol.
La lluvia
continuaba y causó el atraso de uno de los platos fuertes de la noche;
el grupo estadounidense, American Authors, se encontraba listo para
salir al escenario, pero se vieron forzados a esperar unos pocos minutos
a que la lluvia diera tregua. La banda se
despidió de Guadalajara con el éxito “Best Day of my Life”.
Las
bandas encargadas de cerrar la noche con broche de oro fueron Molotov, Cultura Profética y Cartel de Santa, que sin importarles la lluvia,
continuaron hasta dar por terminada la sexta edición del Revolution
Fest.
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